viernes, 24 de junio de 2011

La Reconquista Española o la Restauración en Chile


La batalla de Rancagua permitió al ejército realista restaurar la autoridad virreinal. Políticamente se vuelve a la situación anterior al establecimiento de la Junta de Gobierno de 1810.

Mientras los más comprometidos con el movimiento emigran a Mendoza, Mariano Osorio, el triunfador de Rancagua, reinstala la Real Audiencia, cierra el Instituto Nacional, creado por la Junta de 1813, e inicia una política de concordia y buen ánimo. Al poco tiempo, sin embargo, impulsado por el virrey de Lima, se vio obligado a actuar con rigor. Creó los tribunales de vindicación, ante los cuales los habitantes debían acudir a testimoniar su adhesión al rey. Pero la medida que provoco verdadera alarma y le enajeno la confianza del pueblo, fue el apresamiento de varios vecinos respetables de la ciudad de Santiago, algunos ya ancianos, acusados de haber tomado parte activa en los sucesos de la Patria Vieja. El traslado de éstos a la isla de Juan Fernández, entonces temido lugar de presidio, causó honda conmoción en la población que vio en este hecho un acto de cruel tiranía.

La política represiva se acentuó aún más con el cambio de gobernador. A fines de 1815, Osorio fue reemplazado por Casimiro Marcó del Pont, quien, asesorado por los Talaveras de la Reina, capitaneados por Vicente San Bruno y ante el temor de una invasión desde Mendoza, donde se preparaba el Ejército de los Andes, creó los tribunales de vigilancia para conocer las denuncias sobre actos desfavorables al régimen.

Por efecto de éstas y otras medidas de represión, se formó un ambiente de delación y represalia, temor y odio. El sentimiento separatista, exclusivo de los sectores sociales altos en tiempos de la Patria Vieja, a consecuencia de las torpezas y excesos cometidos por la autoridad virreinal, prendió en el pueblo; justo en el momento en el momento en que se identificaban las nociones de gobierno tiránico y Rey tirano. El sentimiento de adhesión a la autoridad al modo como se desarrolló en la Colonia, personificada a través del Rey, había muerto.

Como contrapartida, se favorece la llegada del ejército de San Martín, del que se tiene noticia por el guerrillero Manuel Rodríguez, joven inquieto y romántico, audaz enlace entre uno y otro lado de la cordillera, quien con sus correrías provoca desconcierto en el bando realista. En efecto, llegados O'Higgins y Carrera a Mendoza con el resto del ejército, se une a aquél José de San Martín, gobernador entonces de la provincia de Cuyo. Acariciaba éste el propósito de liberar América del Sur. Para ello era necesario atacar el centro de las fuerzas realistas que se encontraba en el Perú. Se dio la tarea de formar un ejército, independizar a Chile y marchar por vía marítima con destino a la capital del virreinato.
Con este fin se organizó el Ejército de los Andes. San Martín y O'Higgins y otros militares destacados, cruzan la cordillera en enero de 1817 y, el 12 de febrero del mismo año, derrotan al ejército realista en la batalla de Chacabuco. Se pone fin al poder de la Monarquía española en Chile y se inaugura la llamada Patria Nueva.

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